jueves, 31 de mayo de 2007

Etapas de la exploración portuguesa en África

El ciclo exploratorio patrocinado por la Casa de Avis tuvo sus primeros frutos a partir de la captura de la fortaleza de Ceuta, hasta entonces en poder de los árabes. El año de 1415 una expedición militar portuguesa atacó este reducto, ubicado en el extremo norte africano. Gracias a ello, Portugal logró crear una base militar en el estrecho de Gibraltar y proteger sus fronteras de las incursiones árabes y de los piratas; aseguró su tráfico marítimo y protegió a las galeras italianas en su ruta a Flandes; y, por último, consiguió un valioso punto de apoyo para el eventual dominio de las rutas comerciales que cruzaban el desierto del Sahara.
La primera etapa de la exploración africana, que se extendió entre la toma de Ceuta y el paso del Cabo Bojador en 1434, fue de avances muy lentos. La inexperiencia en un mar atrevido con vientos y corrientes marinas desconocidas y costas desérticas, conspiró en contra de una mayor rapidez. La gran lección de estos años fue el conocimiento de los vientos alisios, que obligaban a los capitanes a alejarse de la costa y a practicar la navegación de altura. Por otra parte, había que vencer miedos y viejas supersticiones medievales, que profetizaban que al cruzar el trópico de Cáncer las personas se tornaban negras.
Entre las dificultades que tuvieron que vencer los marinos estaban los miedos a las terribles historias que circulaban en la época.
Entre 1434 y 1475 los marinos portugueses recorrieron el golfo de Guinea y las islas de Cabo Verde. Se efectuaron diversos acercamientos y el reconocimiento de las costas, donde se penetró por los ríos Volta y Níger. Entre los audaces pilotos de esta etapa cabe destacar a Antonio da Noli y Diogo Gomes, quienes descubrieron algunas islas del archipiélago de Cabo Verde, y a Pero de Sintra, quien bordeó Sierra Leona, Costa de Marfil y Costa de Oro. Asimismo, se establecieron las primeras factorías comerciales para explotar la pimienta africana o malaqueta e intercambiar con los nativos oro, marfil y esclavos por objetos de escaso valor para los europeos. Este período culminó con la localización de la costa de Gabón y el paso del ecuador que se debió a Lopo Goncalves.
El castillo de San Jorge de Mina, tal como estaba en el tiempo de la dominación portuguesa.
Tras unos cuantos años de inactividad, debidos a la muerte del rey Juan I y a una guerra con España por la posesión de las islas Canarias y la sucesión al trono, en 1482 Portugal reanudó la exploración bajo el reinado de Juan II. Ese mismo año, en la costa de Sama, cerca del río Níger, se erigió la fortaleza de San Jorge da Mina para proteger el comercio de oro, controlar al poderoso Imperio del Congo y apoderarse de la trata de esclavos. A su vez, fruto de los reconocimientos realizados hasta entonces, se formó una idea más real de las dimensiones de África y se empezaron a enviar expediciones de cinco o seis carabelas, mejor pertrechadas para viajes tan largos. El objetivo era alcanzar el punto más meridional y poder dar la vuelta al continente para acceder a las codiciadas Indias Orientales y sus especias. Para lograrlo, al cruzar el ecuador los marinos debían realizar un giro hacia el oeste y así captar los vientos del hemisferio sur. En esta "volta", conocida como el gran ocho oceánico, algunas carabelas se alejaban demasiado, lo cual permitió a los súbditos de Portugal arribar a las costas de Brasil.

Guiados por hombres como Afonso de Paiva, Pero da Covilha, Diogo Cao y Bartolomé Dias, los portugueses consiguieron su objetivo y en 1487 llegaron al cabo de Buena Esperanza en el extremo sur africano. Ese año, Dias dio la vuelta al sur de África y comprobó que había que continuar hacia el norte para llegar a la India. Regresó con esa noticia para que nueve años después Vasco da Gama zarpara de Lisboa con la finalidad de llegar a la India por mar.

http://www.puc.cl/sw_educ/historia/expansion/HTML/p2502.html

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